Vaya, me ha tocado! Me tengo que confinar en mi casa! . Con la pandemia que estamos viviendo, a muchas personas nos ha tocado ya la experiencia de tener que confinarnos en nuestras casas durante varios días. Si no es el caso, no está de más anticipar que nos pueda ocurrir.
A continuación, ofrecemos unas pautas básicas que nos pueden ayudar a cuidarnos y regularnos emocionalmente si nos tenemos que confinar unos días:
- Mantener la actividad en nuestro día a día dentro de nuestras casas. En la medida que podamos, conviene mantenernos activos y ocupados con una rutina diaria. Centrarnos en lo que estemos haciendo y en lo que vamos a hacer a lo largo del día es una manera de estar en el presente y no irnos al futuro incierto. En nuestra rutina, es importante que tengamos horarios fijos para las comidas, el sueño y el trabajo. Así como que conservemos o introduzcamos hábitos saludables, como el ejercicio físico y el cuidado de nuestra alimentación.
- Tan necesario es esto como reservar una parte de nuestro tiempo a actividades con las que disfrutemos. Jugar con los niños y niñas si tenemos hijos/as, coger un libro, practicar la relajación… u otras muchas maneras que a cada persona particularmente le hagan sentir bien. Dentro de este ocio, es recomendable controlar el tiempo que pasamos delante de una pantalla. Puede ser fácil que aumentemos el uso de la televisión, móvil, videojuegos, etc. sin apenas darnos cuenta.
- Reconocer las emociones que experimentamos como algo natural que surge ante la incertidumbre y la monotonía de la situación. Algunos recursos que nos pueden ayudar a gestionarlas son: contar cómo nos sentimos a las personas más cercanas (siempre y cuando sepamos que éstas no nos van a reforzar nuestras preocupaciones y que van a ser un apoyo), escribir sobre nuestro estado emocional, dibujar, hacer ejercicio físico, practicar meditación… A cada persona le resulta de mayor ayuda una herramienta diferente.
- Mantener el contacto con las personas de confianza. Afortunadamente, hoy en día las tecnologías nos permiten estar conectados con las demás personas a pesar de la distancia física. Podemos hacer uso de ellas para mantener nuestro apoyo social, siendo responsables con la cantidad de tiempo que le dedicamos a las tecnologías.
- Evitar la sobreinformación. Puede ser una buena idea limitar el tiempo que dedicamos a informarnos con las noticias sobre la pandemia y elegir un momento del día para hacerlo. Además, mucha de la información que nos llega a través de las redes sociales son bulos que no cuentan con ningún fundamento riguroso ni científico, por lo que conviene dejarlos de lado y no contribuir a su difusión; no hacen más que alimentar nuestro miedo. Ya vimos los bulos y noticias falsas que se compartieron acerca de los síntomas de la Covid-19, y ahora está ocurriendo algo similar con la información que llega sobre las vacunas. Una forma adaptativa para afrontar la preocupación es buscar información a través de las fuentes oficiales y científicas.
Estos consejos por si me tengo que confinar han sido redactados por la psicóloga Elena Díaz
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