Muchas veces en la vida nos encontramos con situaciones que desatan emociones abrumadoras en nosotros. Aprender a manejar la angustia y el malestar, sin perder el control, ni actuar de forma autodestructiva es fundamental para nuestro equilibrio emocional.
Hay días en que sentimos que no podemos manejar ese torbellino de emociones y sentimientos desagradables. Como si de un gran tsunami se tratara, que nos puede llevar incluso a paralizar y bloquear.
Cuando nos encontramos en una situación así, tendemos a esforzarnos y centrarnos en no sentir dicho malestar y cuando esto sucede. Habitualmente conseguimos el efecto contrario al esperado, aumentando considerablemente la intensidad de las emociones. Por lo tanto, ¡tratar de no sentir está claro que no es la solución!
Entonces, ¿Qué se puede hacer para manejar el malestar emocional?
Empezaremos por desarrollar unas técnicas básicas que van a ayudarnos a gestionar y lidiar nuestras emociones:
- Acéptate. Se trata de reconsiderar tu vida desde una perspectiva de compasión. Sin ser crítico contigo mismo, no juzgándote con dureza ni autoculpabilizándote de la situación.
- Enfócate en el aquí y el ahora. Consiste en reconocer la situación tal y como es, de forma objetiva. No emitiendo juicios de valor sobre lo que debería o no haber ocurrido en determinada situación. Piensa que si te aferras al “no debería” haber ocurrido, lo único que consigues es aumentar considerablemente tu sufrimiento, quedándote anclado en el pasado. ¡Recuerda que el presente es el único momento sobre el que tenemos el control!
- Redirige tu atención hacia lo que puedes hacer ahora, es decir, aquello que esté en tu mano. Te facilitará tomar distancia y pensar con mayor claridad de cara a establecer metas a corto y medio plazo.
- Distráete frente a pensamientos autodestructivos.
- Organiza y desarrolla un plan personalizado de distracción. Planifica actividades de ocio activo o que te resulten agradables. Escribe al menos 10 acciones con las que te comprometas y estés dispuesto a poner en práctica cuando te sientas angustiado.
- Trabaja la tolerancia al malestar: fortalecer la resiliencia es clave para amortiguar los efectos adversos que nos suceden en la vida.
- Fortalecer estrategias de afrontamiento personales adecuadas.
- Practica la relajación: busca un espacio para ti. Para conectar con tu interior y dedica al menos 5-10 minutos al día para hacer consciente tu respiración. Inhala, exhala…
¿Cómo te van ayudar estas estrategias?
Utilizar estas herramientas te va a ayudar a disminuir el sufrimiento, a tolerar mejor el malestar emocional. Y, además, te ayudarán a tranquilizarte y a relajarte para que enfrentes las situaciones de tu día a día de una forma mucho más resolutiva, adaptativa y satisfactoria para ti. Por tanto, la próxima vez que te encuentres en una situación en la que tus emociones sean dolorosas y te sientas abrumado. Párate, tómate tiempo para ti y ponlas en práctica, una por una.
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Artículo redactado por la psicóloga general sanitaria Raquel Triana.