Dentro de la consulta psicológica, cada vez encontramos a más adolescentes que se autolesionan. Las autolesiones son comportamientos que se realizan de manera deliberada y autodirigida y que implican algún tipo de daño físico hacia uno mismo. Estas conductas pueden darse en diversas formas, las más frecuentes son: cortarse con objetos afilados (con cuchillos, tijeras, cuchillas de afeitar, etc.). Quemarse la piel, golpearse o rascarse el cuerpo fuertemente, y hacerse heridas y no dejar que se cierren. Los sitios más comunes donde se infringen daño son los antebrazos, muslos y abdomen, pero pueden darse en cualquier parte del cuerpo.
La mayoría de las veces la persona que se autolesiona no está intentando suicidarse. Pero eso no quiere decir que no haya pensamientos o ideación suicida. Es importante una valoración por parte de un profesional especializado. Lo que es claro es que las autolesiones son una forma desesperada de lidiar con un dolor emocional. Un dolor que el adolescente no puede manejar en ese momento. Vamos a verlo mejor a continuación…
¿Por qué se autolesionan algunos adolescentes?
Algunos adolescentes pueden sentir un intenso malestar emocional (ira, tristeza, pánico, vacío…) y tener dificultades para identificarlo, expresarlo y gestionarlo. Una manera de lidiar con este malestar puede ser autolesionarse, ya que el daño físico en ese momento se convierte en algo más tolerable de sentir. Más localizado y sobre el que se tiene mayor control que las emociones que está experimentando. Por esta razón, un adolescente puede autolesionarse y sentir una sensación de calma momentánea que le ayuda a evadirse de su sufrimiento psicológico. Sensación que tiene que ver con la liberación de endorfinas (las hormonas del “placer”) tras un gran esfuerzo físico. (Sí, algo parecido a cuando hacemos ejercicio intenso).
El problema es que las autoagresiones, aunque consigan distraerle temporalmente, a largo plazo no están ayudando al adolescente a manejar su malestar emocional. El cerebro puede asociar esta sensación automática de alivio con el acto de autolesionarse. Hasta el punto de convertirse este comportamiento en un hábito adictivo difícil de parar. Además, con las autolesiones los motivos que subyacen a las emociones desagradables no se resuelven ni se afrontan activamente. Esto contribuye a que el malestar se mantenga e, incluso, aumente debido a los sentimientos de vergüenza y culpa que posteriormente pueden aparecer. Sentimientos que pueden llevar a que el adolescente realice este hábito en secreto. Como consecuencia, pedir ayuda se vuelve todavía más difícil para la persona.
Algunos factores de riesgo
Existen factores que aumentan el riesgo de que un adolescente empiece a autolesionarse, entre ellos estarían…
- Situaciones vitales estresantes, en las que el adolescente se ve sin recursos para hacerles frente. Por ejemplo, la pérdida de un ser querido, bullying, abuso sexual y físico, etc.
- Vivir en un ambiente familiar hostil, con conflictos continuados y ausencia de cuidados y afecto.
- Trastornos relacionados con la salud mental, como depresión, trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, trastornos de la personalidad. Entre estos últimos, el más prevalente es el trastorno límite.
- Consumo de alcohol y drogas, ya que son sustancias que desinhiben y esto puede facilitar la realización de actos más impulsivos.
- Tener amistades que se autolesionan. Si alguno de sus amigos o amigas se autolesiona, puede que el adolescente empiece a hacerlo también. Como una forma de sentir que pertenece a su grupo. La adolescencia es un periodo crítico para la construcción de la identidad personal, y en este proceso de descubrimiento, el grupo de iguales juega un papel fundamental.
- Además, algunos rasgos comunes entre las personas de estas edades que se autolesionan son: el perfeccionismo, el miedo al rechazo de los demás y la sensación de no encajar, una elevada autocrítica, la impulsividad y una baja autoestima.
En esta entrada hemos intentado aclarar algunas ideas acerca de las autolesiones en los adolescentes. En otra entrada hablaremos de cómo familiares y amistades pueden ayudar a la persona que está sufriendo y de cómo abordar estos comportamientos en terapia. Con una ayuda psicológica el adolescente puede aprender otros recursos más adaptativos para regular su malestar emocional que le lleven a sentirse más seguro consigo mismo.
¿Qué hacer, cómo buscar ayuda?
Si sospechas que estas cerca de adolescentes que se autolesionan podemos ayudarte. En Okmental tu psicólogo online te enseñaremos algunas pautas para que abordes adecuadamente esa situación.
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Artículo redactado por la Psicóloga General Sanitaria Elena Díaz.