Propósitos para el 2022 y cómo cumplirlos. El comienzo del año es una fecha simbólica en la que solemos hacer un repaso de nuestra vida a lo largo del año anterior. Revisamos cómo ha sido nuestra experiencia en nuestras relaciones significativas, nuestro trabajo o nuestra formación, nuestro disfrute, nuestra salud… En esta revisión, tendemos a plantearnos una lista de propósitos de año nuevo con la intención de crecer personalmente; lo que ocurre es que a menudo idealizamos esta lista y nos frustramos por no cumplir muchos de los puntos que aparecen en ella.
Consejos para tus propósitos del 2022 y cómo cumplirlos
Esta entrada no pretende informar sobre qué propósitos son buenos o malos para tu bienestar. Pues considero que estos son muy personales y están relacionados con la trayectoria de cada uno. Así como que no hay ninguna ley universal que dicte que determinados propósitos son más valiosos que otros. Más bien, persigue el objetivo de hacerte pensar si los cambios que deseas y te has propuesto realizar este año están formulados de una manera que te facilite acercarte a ellos de una forma saludable y satisfactoria. Ahora que estamos en el segundo mes de 2022, te dejo algunas recomendaciones de para tus propósitos y cómo cumplirlos …
Ser concretos
Vete a lo concreto. Habitualmente tendemos a plantear los propósitos de manera vaga y abstracta En cambio, si lo que nos proponemos llevar a cabo lo plasmamos de un modo claro y específico, nos va a ser más fácil realizarlo. Por ejemplo, no es lo mismo pretender “cuidar mi cuerpo” que “hacer cada día 30 minutos de ejercicio yendo a caminar a parques de la ciudad que me gusten”.
Vete a lo medible. Quizás pueda resultarnos lógico cuando se trata de proponernos perder unos cuantos kilos, pero no lo es tanto en otros comportamientos que deseamos disminuir o aumentar. Por ejemplo, si queremos poner límites al tiempo que dedicamos a nuestro trabajo para ganarlo en personas a las que queremos y en nosotros mismos. Podemos facilitarnos la tarea poniéndonos una alarma a una hora determinada del día para cortar con la tarea laboral que estemos haciendo y establecer dos días a la semana para dedicarnos a alguna actividad que nos guste, independientemente de que tengamos o no mucho trabajo. Igualmente, podemos intentar proponer un plan con nuestras amistades, familia o pareja, al menos, una vez a la semana, en lugar de que sean los demás los que lo planifiquen.
Ser realistas y cosas factibles
Vete a lo factible y realista. Cuando nos proponemos algo que deseamos, a veces desde el primer momento nuestras expectativas son muy ambiciosas, por lo que es común que no las alcancemos y que enseguida nos frustremos. Es más práctico (y con el tiempo da más frutos) acercarnos progresivamente a lo que queremos conseguir, fijándonos pequeños pasos para no perder la motivación. Por ejemplo, si queremos ser más constantes con el estudio . Podemos empezar con establecer una hora diaria de estudio, en vez de empezar directamente con las 5 horas al día a las que nos gustaría llegar. Una vez consigamos estar sentados frente a los libros una hora cada día durante un tiempo, dos horas nos serán más asumibles. Y así hasta llegar a la meta.
Ser prácticos
Vete a lo que realmente necesitas. Antes de empezar con lo que nos hemos propuesto, sería interesante preguntarnos… ¿esto es verdaderamente importante para mí o lo quiero hacer porque está de moda o alguien espera de mí que lo haga? ¿Cómo me siento ahora con lo que estoy haciendo y cómo creo que me sentiría a largo plazo al hacer el cambio que me he propuesto? Es esencial que escuchemos nuestras emociones. Por poner algún ejemplo, quizás la ansiedad te esté informando de que necesitas bajar el ritmo en tu trabajo; o igual el enfado o la tristeza te está indicando que esa persona no te está tratando como te mereces y que necesitas rodearte de gente que te trate bien.
Ser precisos
Vete a lo que “te gustaría” y no a lo que “deberías”. Con esto me refiero a que en ocasiones nos marcamos los propósitos desde la exigencia, como si fuese una obligación que si no cumplimos merecemos un castigo. Esto va a hacer que nos cueste más motivarnos, ya que, si algún día puntual no “cumplimos”, la autocrítica se encargará de hacérnoslo saber duramente. O, en caso de que lo cumplamos, lo habremos hecho con un malestar innecesario. Es más saludable proponernos lo que queremos desde el cariño, siendo flexibles y comprensivos con nosotros mismos y viéndolo como un proceso. Para entenderlo en pocas palabras, el efecto que genera decir “Tengo que adelgazar sí o sí. No me puedo permitir comer ningún dulce más” que “Me gustaría adelgazar y trataré de hacerlo en la medida de lo posible” es bien diferente. Con esto no quiero decir que caigamos en la auto indulgencia y nos engañemos, se trata de intentar ser sinceros con nosotros, tratándonos con cariño.
Espero que te hayan sido útiles las recomendaciones y si, aun así, sigues notando dificultades para trazar un plan realista, en una terapia psicológica puedes trabajarlo de un modo que se adapte a tus necesidades.
Artículo propósitos para el 2022 y cómo cumplirlos está redactado por nuestra psicóloga online Elena Díaz Zubiar
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