En este artículo vamos a conocer algunos trucos sencillos para mejorar nuestra autoestima. Primero empezaremos por saber qué es la autoestima y cómo influye en nuestra forma de ver la vida y en nuestra felicidad.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima tiene mucho que ver con nuestro autoconcepto, de hecho ambos están íntimamente relacionados, ya que nuestra autoestima depende de nuestro autoconcepto.
Nuestro autoconcepto es la imagen que tenemos de nosotros mismos, tanto física como psicológicamente. Ese autoconcepto no es una idea rígida. Suele ser diferente a lo largo de las distintas etapas de nuestra vida y puede ser diferente al que los demás tienen de nosotros o incluso a la realidad.
Dependiendo de cómo sea ese autoconcepto será nuestra autoestima. Hay que tener en cuenta esta como el grado de satisfacción que tenemos con nosotros mismos, en definitiva lo que nos queremos.
La interrelación entre autoconcepto y autoestima es la clave. Supone que, cuanto más cercana a la realidad sea la imagen física y psicológica que tengamos de nosotros mismos, mejor serán nuestras relaciones con los demás y con la realidad que nos rodea. Más ajustadas serán nuestras expectativas y por tanto fracasaremos menos generando así una autoestima mejor y más sólida.
¿Qué consecuencias produce la baja autoestima?
Las personas con baja autoestima son inseguras, desconfían de sí mismas. Predicen que los demás no les van a tener en cuenta, tienen complejos físicos y también sobre sus propias facultades. Su propia imagen puede llegar a ser tan negativa que se distorsionan en su propio detrimento.
Estas características les provocan un sentimiento de inferioridad muy arraigado. Les cuesta hacer nuevas amistades, tienen miedo al rechazo, al abandono, a ser ridiculizados, al juicio del resto…
Como no se quieren a sí mismas dependen afectivamente de los demás, de su aprobación, se culpan de todo lo que sucede. Esto les impide tener relaciones de pareja o de amistad estables y sanas porque están en estado de alerta constante. Piensan siempre que son el origen de cualquier problema o dificultad que surja. No son capaces de defender sus posturas sometiéndose al otro o terminando por boicotearse a sí mismas y a la relación.
Se sienten abatidos ante la primera dificultad porque consideran que no van a lograr lo que se proponen, abandonan, no confían en ellos mismos. No valoran sus éxitos y magnifican sus fracasos.
Si la baja autoestima no se trata se hace más grande pudiendo llegar a anular nuestras capacidades.
Debemos tener en cuenta que llegado a un nivel de autoestima baja la propia persona no va a poder recuperar la normalidad sola. Sino que cada vez va a aislarse más, incapacitarse más y sentirse peor. Sin embargo con una terapia adecuada puede conseguir resultados muy positivos. Resultados que harán que su vida sea más plena y sus relaciones con los demás y consigo misma mejoren. Una buena forma de lograr estos objetivos puede partir de cómo mejorar mi autoestima.
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